Cientos de trabajadores pueden sentirse atrapados en su lugar de trabajo, esto sucede por múltiples factores y como consecuencia trae bajos resultados en el desempeño de nuestro negocio, por ello la importancia de inspirar a tu equipo de trabajo.
Comúnmente, cuando se habla de inspiración se suele confundir con la motivación laboral, ya que son términos aunados cuando de incrementar la productividad se trata y esto depende mucho de los objetivos que tenga la compañía. Un líder completo merece tener la capacidad de promover cualquiera de estos factores en sus colaboradores.
Existen diferencias sutiles entre el concepto de motivar e inspirar, por ejemplo, cuando hay incentivos, enfoque en los resultados obtenidos, nuevos retos o se brinda una posición determinante dentro de la empresa, logramos mantener nuestro equipo de trabajo motivado. Sin embargo, nada garantiza que esto logre inspirarlo. Entonces, ¿Cómo se puede lograr?
Cabe aclarar que no existe una fórmula establecida para lograr inspirar un miembro de nuestra organización y es importante tener en cuenta el sentir de cada uno de los integrantes del equipo. Los colaboradores quieren saber que sus objetivos son relevantes, que sus resultados son realmente útiles y el impacto real que logra tener su desempeño dentro y fuera de la organización.
Motivar se convierte entonces en una fuerza externa que te impulsa a actuar, incluso si no existe una voluntad manifiesta de hacerlo, en contraste, inspirar debe entenderse como una fuerza interna, un estímulo que busca aumentar la proactividad por voluntad propia.
De cualquier forma, lograr inspirar o motivar un equipo de trabajo depende de la habilidad de su líder para establecer una estrategia que mejor se acomode a su equipo y a los intereses de la empresa. A continuación presentamos 5 recomendaciones para inspirar a tu equipo y encaminarlo al éxito:
- Una relación laboral basada en la confianza inspira a los colaboradores a desarrollar sus labores de mejor manera, esto se debe a que el líder reconoce sus capacidades y brinda el apoyo necesario para que el trabajo obtenga el resultado esperado.
- Delegar responsabilidades demuestra que un líder cree en su equipo, y esto les induce a dar lo mejor de sí. Recuerda, esta no es una relación inmediata, es un proceso y se debe construir poco a poco.
- Cuando el resultado no sea el que se espera no hay que señalar con el dedo, todo lo contrario, debemos estar al pendiente del proceso y si es necesario corregir sobre el camino, además entregar las herramientas adecuadas para alcanzar esos objetivos. Por ejemplo, un clima laboral idóneo aumenta la posibilidad de tener un equipo de trabajo inspirado.
- Una de las mejores formas de inspirar es por medio del ejemplo, en ese caso un líder que logra demostrar buenos resultados genera la credibilidad suficiente para exigir. Dicho de otro modo se debe ser coherente entre lo que se exige y se da, si el líder puede, todo el equipo está en capacidad de lograrlo.
- Es muy común enfocarse en los errores, las fallas de un proceso y señalar lo que salió mal. Es tarea del líder pensar positivo, resaltar los aprendizajes que deja cada experiencia, valorar el trabajo realizado y transmitir al resto del equipo que entre todos se puede buscar la forma de mejorar. No es hacer una crítica constructiva, es construir enseñanzas, apreciar sus esfuerzos e impulsar por ser mejores.
- Existen colaboradores que se interesan más por el reconocimiento de su labor que por el respeto que puede lograr su trabajo, por eso es un reto del líder hacer respetar el trabajo de todo el equipo, evitar comportamientos egoístas y mostrar que cualquier persona está en capacidad de aportar a la compañía.
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